En la actualidad hay quién solo tiene como objetivo vender un producto o servicio, sin ver más allá de eso. No tienen otras metas u objetivos que no sea vender, vender y vender. Pero eso no es lo único, ni tampoco lo más importante, ya que existen muchos otros factores que harán que tu negocio llegue a lo más alto.
Un empresa que vende pero no muestra importancia por sus clientes NO es un empresa exitosa, ya que si a ellos no les van bien las cosas, a la empresa vendedora tampoco le van a funcionar. Debe ser algo mutuo, debe haber una reciprocidad que haga que ambos obtengan el éxito deseado.
Supongamos que estamos en un antiguo barco vikingo, de esos que navegaban con decenas de hombres remando para llegar a un destino deseado. Los vikingos de la parte derecha tienen una motivación más grande ya que al ser más experimentados se les ha prometido una mayor recompensa, los vikingos de la parte izquierda son jóvenes que están empezando a trabajar y la recompensa que se les ha prometido es mucho menos sustanciosa que la de los experimentados.
Los jóvenes creen que no es justo que su recompensa sea menor por realizar el mismo esfuerzo y deciden realizar la travesía por su propia cuenta. Una vez han empezado parece que las cosas van bien, el mar está en calma y creen que la decisión que tomaron es la correcta, pero NO. Tras unas horas de recorrido, las aguas se han puesto bravas, y la dificultad de las condiciones y la falta de experiencia de los jóvenes hace que acaben fracasando, y por lo tanto, NO CONSEGUIR SU OBJETIVO.